sábado, 24 de octubre de 2009

El estrés de la anfitriona.

Hace unos días tube la brillante idea de invitar a mis amigos a cenar a mi casa, como hice un curso de cocina me envalentoné y pensé que podría prepararles un pedazo de menú y así, de paso, nos reuníamos porque sí y pasábamos un buen rato todos juntos. Y ahí es donde empieza mi odisea, porque preparar cena para diez no penseis que es tan fácil...

Primero de todo hay que pensar el menú, con sus entrantes, primer plato, segundo plato y postre. Tiene que gustar a todo el mundo o, almenos, intentar que nadie se quede sin cenar. Después de una árdua búsqueda por el recetario ya tenía preparado el menú con el que iba a degustar a mis amigos, copa de bienvenida incluida! Pues con mis recetitas encima de la mesa, incluida la del postre después de ir persiguiendo a mi jefa para que me diera la receta de su buenísima tarta de queso, me puse a hacer la lista de la compra y pensé ir el jueves al super para tenerlo todo más del día.

Llegó el día de hacer la compra y fue el día del diluvio universal en Barcelona. Así que me teneis que ver armada con mi paraguas y mi carro y luchando contra los elementos para poder llegar la super. Una vez allí compré todo lo que necesitaba, bueno casi todo porque había unas cosillas que no tenían, pero dada la climatología decidí ir el día siguiente, el día C (de cena), por la mañana a acabar de hacer mis compras. Cuando volví del despacho por la tarde empecé a organizarme la jornada del día siguiente que prometía ser duro, y no me equivoqué.

El día C me levanté a las 9:00 con mucho ánimo, me puse a desayunar y ya lo tenía todo planificado, o eso creía. "Después de desayunar haré la masa del pan, la dejaré para que suba y mientras voy a comprar lo que me falta, a la vuelta continuo haciendo el pan y después voy con la ensalada y el postre y ya por la tarde haré el resto" Sí, sí, que creí que era tan fácil. Cuando acabé de desayunar, recogí la cocina y me puse a hacer la masa del pan. Estoy mezclando los ingredientes y, horror!, se me acabó la harina! A correr toca! Me visto rauda y veloz, dejo la mezcla ahí rezando a todos los dioses que no se estropee, y al segundo super a seguir comprando. Como ese no lo tengo por la mano dí más vueltas que el 29 y tardé cerca de media hora en comprar las cuatro cosas que me hacían falta, además de la harina, incluido un limón. Cuando llego a la caja la cajera me dice que tengo que pesar el ridículo limón, voy encuentro la báscula, vuelvo, pongo las cosas en la bolsa y voy corriendo a casa esperando que la masa no se haya hechado a perder. Por suerte estaba todo bien, guardo lo que había comprado acabo de hacer la masa del puñetero pan y empiezo a pensar que me he metido en un embolao de los grandes! Después del pan le toca el turno a la ensalada iraní, que se aliña con una salsa de aguacate en la que necesitaba el limón que hábilmente había comprado. Empiezo a buscar y, sorpresa!, me había dejado el limón en el super de la mañana!! Me visto otra vez, por suerte el día C no se parecía nada al anterior y brillaba un espléndido sol, y vuelvo a bajar a comprar en el colmado de al lado de casa el dichoso limón. Al fin, consigo el apreciado cítrico y subo para casa esperando no tener que bajar más. Antes de la ensalada me pongo con el pastel, eso mientras se hace el pan, cuando acabo el pan ya está y el pastel tiene que reposar, empiezo con la ensalada (vaya parece que ahora va todo bien). Sin ningún percance más acabo de preparar lo que me queda y llegamos a la hora de comer y ya tengo hecho el pan, la ensalada y el pastel. Primera parte superada!

Llaman a la puerta, es Eva que viene a ayudarme y a comer conmigo. Como es experta en estas lides de anfitriona sabe todo lo que se me viene encima, ilusa de mí! Comemos y consigo estirarme en el sofá por primera vez en todo lo que llevamos de día! Después de un merecido reposo a ponerse las pilas otra vez que aún quedan muchas cosas por hacer!

Sesión de tarde, toca hacer el rollo de tortilla, los canapés y dejar medio preparado el cóctel de bienvenida. Hay que decir que todo transcurrió con el horario previsto y que Eva se ha rebelado como una gran machacadora de hielo, eso es ponerle energía y lo demás son tonterías!! Colocamos la mesa, redistribuimos los sofás y a las 21:00 ya está todo listo! Parece increible pero después de un largo día ya lo tengo todo preparado.

22:00, aún no ha llegado nadie. 22:10 empiezan a llegar todos a la vez, agradezco un montón que sean tan puntuales, y, para mí, empieza el examen. El cóctel de bienvenida les encanta y empiezan las sorpresas. Continuamos con los entrantes, saladitos de hojaldre, rulo de queso de cabra con cebolla caramelizada y queso caramelizado y se empieza a hacer el silencio, seguido de "Mmmmmmm, esto está buenísimo!!" Empiezo a respirar tranquila y veo qe todo está resultando, lo mismo ocurrió con los siguientes platos y el gran triunfador de la noche fué la tarta de queso. Esta feo que yo lo diga, pero me quedó todo realmente rico y la tarta espectacular! Llegó el turno de los cafés, las copas y los cubatillas y un poco antes de las 2:00 empezaron todos a irse a su casa.

Parece que la cena fue todo un éxito y yo que me alegro! Estaría bien empezar a crearnos una especie de costumbre y hacer una cena, no hace falta que sea tan elavorada, todos juntos una vez al mes o algo así. Al final nos quedamos Raquel, Eva y yo, nos hicimos unas partiditas al Buzz y después de pegarle una palicilla a Eva nos fuimos a dormir que ya eran cerca de las 5:00!

Como dice la gran Maitena, lo peor no es la resaca de una si no la resaca de la casa! No os quiero ni contar como amaneció la casa hoy, pero lo que sí os puedo decir es que mereció la pena.

3 comentarios:

Juan dijo...

!!Que vamos hacer si la niña es "apañá"!!
Ole y ole, la verdad es que suena muy bien pero Mercé, me ha llamado poderosamente la atención, que narices haces echándote la siesta en meses de otoño e invierno.
Cariño la siesta solo se realiza en meses de verano en lugares donde la calor "aprieta" jajajja
A ver si cuando vengas nos preparas a nosotr@s una cenita de esas.
Yo, te recomiendo que hables con Rafa, el marido de Gloria, que hace unas pizzas que son de infarto.
Ya veo que el blog va genial, me alegra ver ocmo actualizas.
Un besazo enorme

nana dijo...

no sabia que te gustaba la cocina, pues ya solo te queda demostrarnolo a los amigos de Carcabuey, seguro que tu y Juanlu formariais un gran equipo culinario.

Yo misma dijo...

Pues nada, cuando vaya para allá habrá que hacer una macro cena con las artes culinarias de todos!! Jajaja.
Juan, la siesta es uno de esos placeres de la vida que una aprovecha cuando puede!