domingo, 24 de julio de 2011

Donación de sangre

Soy donante de sangre de forma habitual, creo que puedes ayudar y sólo te lleva unos pocos minutos así que, porqué no hacerlo? Según recomienda la autoridad médica competente un hombre está capacitado para donar sangre 4 veces al año y una mujer 3, por cuestiones fisiológicas obvias que no hace falta explicitar aquí. Yo siempre voy a donar sangre al CAP que me corresponde y se cuando tengo que donar porque me envían una cartita en la que se me requiere para ofrecer parte de mis fluidos. Bien, esta carta me llegó la semana pasada.

El día marcado en la susdicha carta me dirjí a mi CAP a efectuar mi tradicional donación. Nunca he tenido ningún problema a la hora de donar, más bien al contrario. Para aquellos que no han donado nunca les diré cómo funciona. Vas al centro especializado y lo primero que tienes que hacer es rellanar un "breve" cuestionario para descartar, de entrada, a sangres poco deseables por alguna infección o patología médica. Una vez rellanado el cuestionario acudes al médico que está escondido detrás de una cortinilla verde, para preservar tu privacidad, y ahí te pregunta el peso (sólo se puede donar si el adulto en cuestión pesa más de 50 kg), te pinchan en el dedo para comprobar tus niveles de hierro y te toman la tensión para evitar que te de un jamacuco a la hora de donar.

Si es todo correcto vas a la camilla, te estiras, una amable enfermera (suelen ser bastante majas, la verdad) te pincha y te conecta mediante cable a una bolsa donde va a ir a parar esa parte espesa y roja de tí. Una vez ya estás conectado debes ir abriendo y cerrando el puño del brazo conectado para que la sangre vaya fluyendo y se vaya llenando la bolsa. Una vez ya tienen sus 500 ml (creo) del rojo líquido te preguntan si estás bien, te levantas, meriendas un poquito y te dan un bonito obsequio que puede ir desde un delantal, unas chanclas o una plantita; siempre con la leyenda "Amb una vegada no n'hi ha prou" (con una vez no hay suficiente).


¿Cual ha sido mi tónica habitual con las donaciones? Acudo al centro, relleno el cuestionario con multitud de "NO", voy a ver al doctor, me miran el hierro (siempre he estado un poco baja pero nunca he tenido inconvenientes en ese sentido), me miran la tensión y a la camilla. Tengo que decir que mis venas son generosas y a la que ven la aguja se hinchan siendo tremendamente fácil e indoloro para mí el momento de la punción. Saco mi medio litrico de sangre en un plis plas, me ponen la tirita en el brazo, me tomo un par de zumos y me voy a casa con el bonito obsequio.

Llegados a este punto tengo que hacer mención especial a los regalitos que dan. No se a quien se le ocurrió la brillante idea de los obsequios, pero se ha cubierto de gloria!!! Qué gran cantidad de objetos inconexos que reparten! En su gran mayoría de un gusto más que dudoso y la práctica totalidad con una utilidad nula. Vamos, que donas sangre y vuelves a casa con otro "pongo" que a saber dónde colocas.

Dicho esto, el día D me dirijí al CAP a realizar todos estos trámites habituales y con la curiosidad de ver que maravilloso objeto-regalo-pongo habian creado para la ocasión. Me dirijo al punto de donación y voy a coger el cuestionario, lo vuelvo a leer y voy a toda velocidad señalando todos los NO pertinentes. Que yo sepa, no he estado ni estoy embarazada, no tengo enfermedades infecciosas, no he pasado la hepatitis ni he ido a ningún país extranjero en el que me haya tenido que vacunar de malaria, por ejemplo. Hecho esto, espero mi turno con el doctor y veo que se va la mujer que estaba siendo atendida por el mismo se va toda contrariada porque no era apta para donar, echo un vistazo rápido a la mini sala y veo las camillas vacias, algo me dice que mi donación de hoy no seguira la tónica habitual.

Me acerco a la mesa del doctor y cuando me dió órdenes precisas sobre cómo debía sentarme y cómo colocar la silla pude percibir que este hombre era meticuloso y escrupuloso con las normas en exceso, y no me equivoqué... Mientras me coje el dedo para hacerme la prueba del hierro me pregunta si tengo pareja, le digo que no, y me pregunta si he tenido relaciones sexuales en estos últimos 4 meses y le dije que no. Siempre que tengo relaciones seguras, así que entendí que cómo mi vida sexual no iba a afectar la calidad de mi sangre no tengo porque darle explicaciones de ella a un modernillo reconvertido en médico. Y menos mal que no le dije la verdad!!! Resulta que si tienes relaciones con parejas sexuales nuevas no puedes donar en un plazo de 4 meses!!! Pues ya tenemos una parte de la población importante como no apta para donar.

Pasada la primera pregunta con éxito ahí vamos con la segunda, si estoy tomando algún tipo de medicación. En esas mi sangre del dedo ya estaba recogida y siendo direccionada para el análisis y ya tenía colocado en el brazo el aparatejo de la tensión. Ahí le digo que no, pero reculo (maldición!) y le comento sin importancia que estoy tomando hierro. Al amable doctor se le desconfigura la cara y me dice que en ese caso no soy apta para donar!! Me mira el hierro y me dice: "Ves, estás PERFECTA, pero no puedes donar porque si no tu tratamiento no sirve para nada". A la que se le desconfigura la cara es a mí, le digo que yo siempre he estado baja de hierro y que la dietista me ha recetado hierro para subir los niveles, pero que estoy sana como una manzana y en perfectas condiciones para realizar mi donación. Pero él, con su sentido del deber y, supongo, ganas de demostrar que es un médico JASP (ya sabeis, Joven Aunque Sobradamente Preparado) no atendió a razones y me despachó para casa sin miramiento alguno.

Sinceramente, los bancos de sangre no están tan boyantes como para seguir instrucciones de una forma tan estricta e ir eliminando personal tan ricamente. Por supuesto que se debe hacer un control y verificar que el donar sangre no supone ningún riesgo tanto para el donante como para el receptor, pero llegar a estos extremos es de chiste!!!

En fin, que me fui a mi casa con una tirita en el dedo, sin haber donado, sin tomarme mi zumo y sin otro pongo absurdo del banco de sangre. Nota mental, para próximas veces soy absolutamente célibe y tengo el hierro por las nubes!

2 comentarios:

Uno dijo...

Qué curioso unos bancos que no dan (pasta) y otros que no aceptan (plasma).

Yo también suelo donar, pero menos, una vez al año aproximadamente. Con los centros de donación soy promiscuo, creo que cada vez he ido a uno diferente, no por nada especial, sino por circunstancias del momento. En todo caso lo menos importante es el "dónde".

Mi última vez fue en el Hospital de Sant Pau, me toco un médico joven también bastante estricto, pero me dejo pasar y me lleve una nube+sol enormes como imán para la nervera. Me huebiese molado más que me diesen un preservativo y me iba a ser más util, y eso que mi celibato (involuntario)... lo cuento en algo más grande que meses.

No te sientas mal por no haber podido cumplir, seguramente el médico tuvo un exceso de celo, y si es así, en las estadísticas cantará y ya le corregiran.

Prueba dentro de unas semanas en otro sitio a ver si aprecían tu buena sangre :-)

Besotes

Yo misma dijo...

Yo suelo ir al mismo sitio por vagancia, está muy cerca de mi casa y me avisan de cuando tengo que ir.

Si me topo con otro centro para donar en mi periplo ciudadano lo vuelvo a intetar, seguro que ellos sí saben apreciar mi calidad sanguinea!