sábado, 27 de febrero de 2010

La dietista

A causa de un aumento de lorzas de más me decidí ir a la dietista para que me recomendara una dieta a seguir y me hiciera un seguimiento. Sobretodo fui a esto último ya que, si no tengo como una presión, empiezo la dieta pero a las dos semanas la abandono.
Después de un mes de hacerme los análisis conseguí hora con la señora doctora y para allí que me fui con esas ganas de perder unos pocos kilos que me sobran, para mi gusto 10.
Pues nada, voy, me pesa (sin sorpresas porque tengo báscula en casa), me mide (con sorpresa porque parece que he crecido más de 2 centímetros y yo sin enterarme) y me hace el cálculo ese del índice de Masa Corporal. Para los que no lo sepais el IMC se extrae de un simple cálculo matemático que relaciona el peso con la altura. Para mi gusto, y teniendo en cuenta que no soy experta en estas cosas, este cálculo es un poco simplista porque no tiene en cuenta la constitución de cada persona; por constitución entiendo la colocación de los huesos (por ejemplo, caderas) y su ancho.
Así la señora hace el maravilloso cálculo y me dice que lo mío no es sobrepeso sino obesidad!!! Vamos a ver, yo por obesidad entiendo una cosa un tanto desproporcionada y los que me conocen saben que gorda sí, pero obesa no! Qué me sobran unos kilos, está claro si no de qué voy a la dietista, pero que estoy enferma, tampoco es eso.
Menos mal que una se quiere un montón y la carcajada que explotó en mi interior fue sonora. Así las cosas le pregunté a la doctora, por un instinto curioso y masoquista, cual sería mi peso ideal según esos maravillosos cálculos matemáticos, me dice que tendría que perder cerca de 20 kilos!!! Ahí sí que la carcajada explotó en el exterior. Le dije que perdería 10 y punto y la señora no tubo otra opción que estar conforme.
Por lo que me fui a casa con la maravillosa y típica dieta de las 1.500 calorías, pare un momento a comprarme unas patatillas para empezar a quitarme los caprichos y el lunes será el día D de dieta!
Mándadme mucha fuerza porque creo que la necesitaré! Eso sí, en relatívamente poco tiempo pienso quitarme el flotador, que hace años que se nadar, y cuando me veais por la calle podreis decir: "Mira, ahí va una ex-obesa!"

lunes, 22 de febrero de 2010

El pluriempleo

Después de casi un mes de actividad frenética que no me ha dejado ni poner una triste nota en el blog, por fin tengo el tiempo suficiente para poder escribir ni que sea un par de líneas!

Todo esto se debe a que, desde este sábado pasado, soy oficialmente una plurimpleada más de este país. Después de tres semanas de formación por la mañana, sin dejar de ir al despacho todas las tardes, el sábado empezó mi andadura en el mundo de los siniestros del hogar. Qué nadie se asuste, eso no quiere decir que vaya pistolón en mano salvando a gente en sus hogares. El término "siniestro" en el mundo del seguro se refiere a cualquier incidencia o percance sufrido en el hogar, quede cubierto o no. Así que si teneis una fuga de agua, se os ha roto una ventana o, por una subida de tensión, os habeis quedado sin tele tened presente que estais siniestrados!

Esto de la jerga de los seguros tiene su qué, para que luego digan de los abogados! Parece que todo tiene que tener como una fuerza dramática, como si el hecho en sí no fuera suficientemente grave como para que el seguro, o mejor dicho la compañía aseguradora, pudiera prestarle su atención.

En fin, que este fin de semana me he empezado a adentrar en el maravilloso mundo del seguro de hogar y sus siniestros y, sólo empezar, ya me he dado cuenta que la gente en general, sea el servicio que sea, tiene las mismas dudas y, sobretodo, las mismas exgencias. Así que no me pase nada! Espero continuar un tiempo en este mundillo, más que nada porque necesito el dinero (si no se iba a pluriemplear quien yo me se!) y prometo hacer una entrada recogiendo anécdotas e historietillas varias de los siniestros de hogar en fin de semana.

Qué paseis todos una muy feliz semana!!!